Grania Power es investigadora predoctoral en la School of Global Development y el Tyndall Centre for Climate Change Research, en la Universidad de East Anglia (UEA), con financiación de la SeNSS – ARIES Doctoral Training Partnership. Está combinando su formación en ciencias ambientales y antropología cultural para estudiar en la Amazonía brasileña sistemas socio-ecológicos y resiliencia cultural a los incendios basada en la experiencia local. En el ecuador de su proyecto, su investigación se ha beneficiado de estancias de FIRE-ADAPT en el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), en España, y el Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade (ICMBio), en Brasil, donde se encuentra actualmente.
¿De qué trata investigación?
Mi proyecto de investigación predoctoral se llama “Siguiendo la luz: usando ‘puntos brillantes’ (brightspots) para prevenir futuros incendios en la Amazonía”. Su diseño me permite identificar y aprender sobre áreas en la selva amazónica con niveles inesperados de resiliencia a los incendios forestales. Son lugares a los que nos referimos como “brillantes” porque albergan casos de éxito de manejo del fuego. Esta investigación se divide en un análisis geoespacial “de arriba a abajo”, para identificar estos lugares “brillantes” utilizando datos de teledetección, y un análisis etnográfico “de abajo a arriba”, para entender cómo sus éxitos surgen y persisten en el terreno.
Háblanos un poco más de los “puntos brillantes”
Los estudios de “puntos brillantes” pretenden identificar lugares que desafían las tendencias predominantes de daño y pérdida ecológica y demuestran éxitos excepcionales en conservación. La idea es aprender qué está impulsando las historias de éxito para informar una gobernanza ambiental más efectiva en otras áreas, idealmente escalando su éxito. Un ejemplo de un estudio de referencia que aplicó este enfoque buscó lugares donde los arrecifes de coral se mantienen relativamente saludables y desafían la tendencia mundial de pérdida de biomasa (Cinner et al., 2016).
Nuestro estudio es el primero de «puntos brillantes» centrado en el fuego: historias de éxito en la prevención de incendios y manejo del fuego. Esperamos que este estudio pueda abrir camino para futuras investigaciones en otros lugares “brillantes” con un manejo del fuego y una prevención de incendios forestales efectivos, ya sea en la Amazonía o en otras partes del mundo.
¿Qué estás haciendo de estancia en Brasil?
Estoy realizando trabajo de campo en la RESEX Tapajós-Arapiuns, un área protegida en el estado de Pará, en el norte de la Amazonía. Los bosques de esta región son muy vulnerables a los incendios forestales durante los períodos secos de El Niño. Sin embargo, los datos satelitales muestran que el área quemada por incendios forestales en la RESEX se ha reducido dramáticamente durante esta sequía actual de El Niño (2023-2024) en comparación con sequías por El Niño previas, incluso considerando los efectos acumulados del cambio climático actuales. Espero aprender de los residentes y gestores de la RESEX sobre sus estrategias de manejo del fuego y prevención de incendios forestales en evolución: qué están haciendo que funciona tan bien, los valores detrás de sus acciones, y si los principios de su estudio de caso se pueden aplicar para apoyar el Manejo Integral del Fuego (MIF) en otras partes de Brasil.
¿Qué son las RESEX?
Las RESEX son un tipo particular e interesante de unidad de conservación en Brasil llamado “REServa EXtractivista”. Estas reservas se fundaron en la Amazonía para proteger conjuntamente las formas de vida de las comunidades tradicionales y la integridad del bosque. Los residentes de las RESEX gestionan la tierra a través de prácticas de subsistencia sostenibles en la agricultura a pequeña escala, la pesca, la caza y la recolección de alimentos y medicinas del bosque. Estas reservas son gobernadas por líderes comunitarios, en asociación con ICMBio. Los residentes pueden subsistir casi totalmente de su tierra. Aparte, tienen la seguridad de contar con el apoyo de una agencia gubernamental (ICMbio), haciendo todo lo posible para proteger la tierra de amenazas externas como la tala y la apropiación.
¿De qué manera se beneficia el MIF de las ciencias sociales?
La población local tiene relaciones culturales con el fuego y posee conocimientos valiosos; por ejemplo, sobre el comportamiento del fuego donde viven, las formas de prevenir incendios dañinos y qué áreas deben protegerse. La literatura en las ciencias sociales demuestra que los planes de manejo de incendios que elevan estas perspectivas de la población local tienen más éxito y este éxito es más sostenible que los regímenes de prevención de incendios más tecnocráticos que no consideran factores sociales ni locales.
La investigación en las ciencias sociales tiene el poder de informar un desarrollo de MIF más dirigido al aportar una perspectiva sobre qué es importante para las personas, destacando valores compartidos entre diferentes partes interesadas para enfatizarlos más; y puede documentar y analizar estudios de caso particulares en el manejo del fuego que informen los esfuerzos en otras áreas. En última instancia, el manejo del fuego trata tanto de las personas como de la ecología del fuego, por lo que es muy importante que integremos el contexto social en los planes de gestión de una manera consciente e informada.
¿Hay algún aspecto del MIF en Brasil que creas que funciona bien?
El MIF en Brasil está bien desarrollado y funciona bien en lo que respecta a las estrategias de quemas prescritas implementadas en el Cerrado, un gran bioma de sabana que está altamente adaptado a los incendios periódicos. Las quemas prescritas son gestionadas por el programa Prevfogo del Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis (IBAMA), e implementadas con la participación de comunidades locales e indígenas. Estos fuegos prescritos están protegiendo con éxito la biodiversidad de las sabanas del Cerrado de los incendios de alta intensidad y sin control que causan daño y pueden propagarse desde el Cerrado a otros biomas.
Este trabajo en el Cerrado está a la vanguardia del MIF brasileño, pero Brasil tiene otros cinco biomas principales: la selva amazónica, la selva atlántica, la Caatinga, la Pampa y el Pantanal. Cada bioma tiene una relación diferente con el fuego, por lo que cada uno requerirá sus propios enfoques de MIF adaptados. Vamos a ver mucha innovación en los próximos años en los biomas brasileños, surgida de colaboraciones entre comunidades, gobiernos y ONG, para desarrollar planes de MIF adaptados a las realidades locales del fuego. Será emocionante seguirlo.
¿Qué te llevas de tus estancias en España y Brasil?
¡Mucho! He podido establecer redes de contactos y conocer a personas interesadas en el fuego desde muchas disciplinas y agencias diferentes. Cuando eres estudiante de doctorado, puedes entrar en tu burbuja de leer y pensar a solas, pero cuando tienes la oportunidad de conversar con expertos trabajando activamente en el manejo del fuego, ¡tu mente se abre tanto! Estoy muy agradecida por la oportunidad de hacer estancias a través de FIRE-ADAPT.
Más sobre tu actual experiencia en Brasil
Algo sobre Brasil que te llama la atención
Los brasileños son excelentes creando sensación de comunidad. Ya sea en una oficina, una conferencia, en el campo o en una fiesta, me ha impresionado la forma en que todos van a una con un espíritu abierto, y rápidamente encuentran una causa común y una manera de divertirse y hacer bromas juntos. ¡Acogen a todos cálidamente, incluidas las extranjeras como yo!
Una nueva palabra en portugués que has aprendido
“Mano” y “mana”: es jerga para “hermano” y “hermana”, y es una manera de expresar cercanía a tus amigos y amabilidad a los extraños.
Una comida brasileña que te gusta
Arroz con feijão y farofa: un agradable plato común de arroz y frijoles con diferentes carnes, ensaladas y harina de mandioca tostada.
Un recuerdo de Brasil para guardar siempre
Trabajando, acampando y observando las estrellas en la Estación Ecológica Serra das Araras durante el study hub de FIRE-ADAPT; y salir de mi tienda de campaña por la noche para ver una manada de aguarás o lobos de crin, con ojos brillantes observándonos curiosamente desde el borde del bosque.