Domingo Molina es Profesor en la Universitat de Lleida (España). Allí coordina el “Máster Interuniversitario en Incendios Forestales. Ciencia y Gestión Integral” (MásterFUEGO), dirigido a profesionales de España y Latinoamérica con varios años de experiencia en la gestión de incendios forestales. Hace poco volvió de su secondment (estancia de trabajo) en el Consiglio Nazionale delle Ricerche – Istituto per la BioEconomia (CNR – IBE), en la isla de Cerdeña, Italia. Allí le acogió Michelle Salis, investigador especializado en la modelización del riesgo y la propagación de incendios forestales, y en el tratamiento de combustible.
Desde 2020, edita y dirige la revista “Incendios y Riesgos Naturales”. Domingo se siente particularmente identificado con este rol, ya que “desde la revista estamos teniendo mucho impacto en mucha gente”. Entre otros logros, el equipo de la revista está preparando un libro sobre la dirección técnica de la extinción, el cual afirma que “va a ser un salto cualitativo”. En esta entrevista, nos habla de la experiencia compartida con CNR-IBE durante su secondment.

¿Cuál es tu papel en FIRE-ADAPT?
El responsable del proyecto en la Universitat de Lleida, Sergio de Miguel, me ha implicado en algunas de las estancias en otras organizaciones para que aprenda cosas e intente trasladar a nuestros socios en otros países todos los conocimientos que hemos adquirido durante muchos años, y en muchos proyectos.
¿Cuál fue el objetivo de vuestro trabajo conjunto durante este secondment?
Intercambiar conocimientos y nuevas experiencias. Partíamos de que nos conocíamos desde hace muchos años. Yo he estado muchas veces en Cerdeña y ellos ya habían estado alguna vez en España. Incluso ya habían hecho un secondment en la Universitat de Lleida en el que vimos unos sitios donde se estaban haciendo quemas prescritas, otros con tratamientos preventivos, y la gestión de un incendio forestal que había sido bastante grande y cómo se están reduciendo los procesos erosivos que asolaban ahora sin arbolado.
“La proporcionalidad en la respuesta, no solo para gastar menos dinero sino para no tener accidentes, es algo elemental y a lo que no recurrimos normalmente porque el miedo mediático es “respuesta contundente siempre””
¿Qué actividades realizasteis durante este secondment?
Analizamos varios de los incendios recientes más importantes de los últimos años en la isla. Los visitamos y discutimos distintas perspectivas de cómo se podrían haber gestionado.
Además, observamos cómo utilizan un simulador de incendios forestales con dos técnicos de formación física. Estos técnicos han desarrollado unos procedimientos de simulación de esos incendios que son distintos de los que nosotros habitualmente usamos.
Luego visitamos una de sus bases de combate de incendios forestales que han construido con fondos europeos y está bastante dotada. Intercambiamos ideas sobre qué cosas tienen nuestros servicios y los suyos, y sugerimos posibles mejoras.
Finalmente, hicimos dos jornadas de formación híbridas, online y presencial, en el centro donde está Michele Salis (CNR – IBE). Formalmente estábamos como ponentes Giuseppe Delogu y yo. Giuseppe fue jefe del servicio de incendios, ahora está jubilado y trabajando en varios proyectos, y tenía cosas que contar. Una jornada estuvo más orientada a la investigación en incendios forestales y la otra a la gestión de los incendios forestales. En las dos hubo bastante presencia, tanto en el aula como online, de gestores forestales.

¿De qué manera pueden dar fruto estas experiencias de intercambio de conocimiento y experiencias?
Yo he aprendido muchas cosas. Tras ver cuáles eran los problemas que tenían, he consultado a otra gente en España que sabe de eso, lo que me ha permitido ponerme al día. De hecho, hemos canalizado dos nuevos artículos para tratar esos temas en un libro sobre la dirección técnica de la extinción que estamos coordinando desde la revista “Incendios y Riesgos Naturales”. Como eran obvios para nosotros y sabíamos que funcionaban bien, no les estaba dando importancia. Discutir cosas con otras personas que las miran con otras gafas y tienen otra perspectiva nos han permitido hacer estos dos artículos.
Nuestro libro trata exclusivamente y en mucha profundidad (85 capítulos) la dirección técnica de la extinción. Si atacas todo lo importante, al final no profundizas. En una de las dos jornadas de seminario, trasladé los contenidos de este libro para sugerir que en Italia se hiciese uno similar. Ellos también están haciendo un libro a escala nacional que cubre todos los aspectos de incendios. Discutimos que, si uno quiere abarcar muchísimo, al final no se abarca en profundidad nada y aporta muy poco.
En las jornadas de formación, Giuseppe Delogu nos habló de nuevos aspectos de la legislación italiana: el puesto de mando avanzado de la coordinación de los incendios forestales está distorsionando un poco el cómo se hacían las cosas antes. En España, la legislación está mejor atada en el sentido de que entiende que, en una emergencia por incendios forestales, se pueden desencadenar otras emergencias porque, por ejemplo, se hiere un bombero o el incendio afecta a civiles y propiedades. En cualquier caso, llega gente nueva con otras responsabilidades para atender las emergencias desencadenadas por el motor de las emergencias que se suceden y que es el incendio forestal. Esto en España fue un desastre hace 20 años, pero aprendimos la lección. En cambio, en Italia están abandonando el motor del problema en muchas ocasiones. Hay un dicho en español muy viejo que dice “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. O sea, que hay que aprender de lo que le pasa al vecino, y no esperar a sufrirlo tú otra vez.

FIRE-ADAPT persigue ver cómo la gestión integrada del fuego contribuye a prevenir incendios forestales y potenciar los servicios ecosistémicos. ¿De qué manera vuestro trabajo conjunto puede contribuir a este objetivo del proyecto?
En la medida de que tenemos que aceptar que no podemos evitar los fuegos forestales. Tenemos que asumir que debemos utilizar muchos incendios forestales de baja o moderada intensidad como herramienta silvícola de transformación del paisaje. No podemos tener una respuesta única y contundente a los incendios forestales porque, desde 1991, se ha escrito en papel blanco sobre negro que era un fracaso. Por eso, 33 años después, no podemos seguir viendo el mismo fracaso. La pregunta crucial es: ¿se van a quemar nuestros montes? La respuesta casi siempre va a ser “sí”. Como se van a quemar, la siguiente pregunta es: ¿queremos ser parte de la decisión de cómo se van a quemar, o queremos ser turistas que opinan sobre el tema? Si vamos a ser gestores, tenemos que decir: queremos que no se quemen en alta intensidad, ¿qué tenemos que hacer? Pues cuando se quemen en situaciones meteorológicas no extremas, conducirlo.
Por eso planteamos las tres respuestas a un incendio forestal: apagarlo, conducirlo o confinarlo. Luego las respuestas pueden ser más o menos contundentes. Lo que no podemos hacer es mandar 15 medios aéreos a cualquier cosa que tenga humo. Uno de los artículos que más me han citado en la vida demuestra que no tenemos menos muertos en incendios forestales en las últimas décadas que en las de los 80 y los 90. Tenemos a los bomberos forestales mucho mejor formados, con mucho mejor equipamiento, etc., pero no tenemos menos defunciones. Esto es un fracaso monumental. Y el fracaso monumental viene después de nuestro análisis de que no tenemos una respuesta proporcional a la emergencia. Siempre mandamos todos los recursos que podemos, y, si tenemos más disponibles, mandamos más. En la práctica esto genera una nueva emergencia que es que alguien que tiene una responsabilidad de controlar un fuego que a lo mejor no es muy grande, tiene que controlar el fuego de gestionar demasiados medios a su disposición. Esto es como poner a todos los niños bajando del mismo tobogán… al final se chocan unos con otros. La proporcionalidad en la respuesta, no solo para gastar menos dinero sino para no tener accidentes, es algo elemental y a lo que no recurrimos normalmente porque el miedo mediático es “respuesta contundente siempre”.


¿Qué destacas del trabajo conjunto con el Consiglio Nazionale delle Ricerche – Istituto per la BioEconomia?
Que sigue habiendo mucha voluntad de colaborar. A mí me parece importante ver que la respuesta del sector profesional a las charlas en las que participé fue grande a pesar del tema de comunicación. Ellos preferían que se hablase en español en vez de en inglés porque iban a entender mejor. Hice unas presentaciones con diapositivas en español y traducidas al italiano, pero yo hablaba en español, y yo suelo hablar muy deprisa… tenía que hacer mucho esfuerzo para hablar despacio y no atosigar a los que no hablan español fluidamente. Pero había mucha motivación por escuchar a una persona contando un poco cómo están avanzando las cosas en España en los últimos años. Vi una voluntad de aprender de otras situaciones importante.
¿A qué ha dado lugar este secondment?
La Universitat de Lleida y CNR – IBE hemos reforzado la colaboración. Además, todavía hay más interés en publicar cosas en la revista “Incendios y Riesgos Naturales”. Ya se han publicado varias cosas de Cerdeña y otras regiones de Italia en nuestra revista. Ellos se plantean hacer un esfuerzo adicional de traducirlo al español para llegar a un mercado de lectores que no son con los que gestionan directamente.
Uno de los temas que hemos hablado es el gran incendio que han tenido en la interfaz con las zonas de playa. Hicimos muchas fotos y planteamos hacer un artículo conjunto sobre los problemas que hubo en su gestión y en no haber podido evitar algunos daños a casas (no hubo daños a personas). Desplazaron a las personas a la zona del puerto, que parece la más segura, pero allí les sopló todo el viento con olor de incendio que les angustiaba. Imagina: hay un incendio, te han sacado de casa, y no sabes si se va a quemar. Además, a algunos se les quemaron sus coches al lado de la casa. En esas circunstancias les llegaba el humo oscuro y el olor. Peligraban sus vidas, pero no estaban en una situación de calma. El puerto era el lugar más seguro, pero si les llegaba todo el humo, no era el más apropiado. Aun así, se decide que es el más indicado. No se puede tener a la población desplazada y desatendida de los problemas que le atañen.
“¿Se van a quemar nuestros montes? La respuesta casi siempre va a ser “sí”. Como se van a quemar, la siguiente pregunta es: ¿queremos ser parte de la decisión de cómo se van a quemar, o queremos ser turistas que opinan sobre el tema?”
¿Qué te gustaría que FIRE-ADAPT consiguiese?
Motivar una reflexión en la normativa de la dirección de extinción de incendios forestales en Italia. Ese es el objetivo más importante para mí. No es porque lo haya pensado yo, que no he leído la normativa en italiano, sino que participé en distintos debates sobre esa casuística, ese nuevo condicionante de la nueva legislación italiana. Como toda nueva legislación pretende hacer bien, pero a veces equivocamos el tiro y hay que saber dar marcha atrás o reenfocar.
Más sobre el secondment
Algo de Italia que te llamó la atención
Las unidades especializadas en el uso del fuego técnico para la extinción, algo que en Cerdeña se ha desarrollado más que en otros sitios en Italia. Sigue siendo dinámico. No hacen tantas quemas prescritas desde el punto de vista prevención o gestión territorial, pero es el sitio que más se usa el fuego como herramienta de control de incendios estable.
Una palabra en italiano que hayas aprendido
Bisogno, necesidad.
Una comida italiana que te haya gustado
Todas las formas de pasta ai frutti di mare que hacen con marisco.
Un recuerdo de Italia para mantener siempre
Cogí el coche y vi una parte de la isla que tiene grandes espacios de pasto, pero con grandes árboles que son Quercus, tanto encina como alcornoque. Son especies emblemáticas que se están aprovechando allí, sacando el corcho de los alcornoques, casi más que en España. Me pareció que, aunque hay mucho abandono de la actividad agraria y forestal, en algunos sitios del este de la isla todavía se mantienen estas prácticas y el paisaje queda bonito. Me gusta.
